Excursión de un Día desde Fez a Meknes y Volubilis

Resumen Reserva esta fascinante excursión de un día completo desde Fez que te lleva a través del rico patrimonio histórico y cultural de Marruecos, visitando tanto la ciudad imperial de Meknes como las antiguas ruinas romanas de Volubilis. El viaje incluye una parada en la sagrada localidad de Moulay Idriss, situada en el Monte Zerhoun, antes de explorar los restos maravillosamente conservados de Volubilis, donde la historia romana cobra vida. Luego, continúa hacia Meknes, una ciudad que alcanzó la grandeza bajo el reinado del sultán Moulay Ismail, donde sus imponentes puertas, palacios y calles animadas revelan las historias de su pasado real. Esta excursión combina historia, arqueología y auténtica cultura marroquí para un día lleno de descubrimiento y maravilla.

• Viaja por el pintoresco campo marroquí, incluyendo las fértiles llanuras y las estribaciones del Rif.
• Explora Moulay Idriss, un pueblo sagrado de peregrinación con impresionantes vistas desde la ladera.
• Camina entre las antiguas ruinas de Volubilis, admirando arcos romanos, templos y mosaicos.
• Descubre Meknes, conocida como el “Versalles de Marruecos”, con sus imponentes puertas, palacios y murallas.
• Visita lugares emblemáticos como el Mausoleo del Sultán Moulay Ismail y los establos reales.
• Pasea por los animados zocos tradicionales de Meknes para vivir una experiencia local auténtica.

Tu jornada comienza temprano con la recogida en tu alojamiento en Fez, iniciando un viaje hacia el oeste a través de los paisajes más pintorescos del norte de Marruecos. Mientras el vehículo avanza entre colinas onduladas, extensos olivares y pueblos tradicionales, podrás disfrutar de vistas únicas de las fértiles llanuras y de las majestuosas estribaciones de las Montañas del Rif. Este trayecto ofrece un contacto auténtico con la vida rural marroquí, donde el ritmo tranquilo y los colores cambiantes del paisaje anuncian la riqueza cultural de la región.

La primera parada será en Moulay Idriss Zerhoun, considerado uno de los pueblos más sagrados de Marruecos. Encaramado en las laderas del monte Zerhoun, este enclave espiritual fue fundado por Moulay Idriss I, descendiente del Profeta Mahoma y fundador de la primera dinastía islámica del país. Sus callejones estrechos y casas encaladas se deslizan por la montaña ofreciendo miradores naturales con vistas panorámicas sobre los valles circundantes. Aunque el mausoleo de Moulay Idriss solo está abierto a los musulmanes, la atmósfera mística del pueblo, su hospitalidad y sus encantadoras plazas lo convierten en una parada imprescindible para comprender las raíces espirituales del Marruecos moderno.

Continuando la ruta, llegarás a Volubilis, una joya arqueológica declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Este antiguo asentamiento romano, excelentemente conservado, fue uno de los más importantes del África del Norte. Aquí podrás pasear entre columnas majestuosas, templos dedicados a los dioses y arcos triunfales que evocan la grandeza de Roma. Los mosaicos que decoran los suelos —con escenas de Hércules, Venus o Dionisio— siguen conservando su color y detalle, testimonio del refinamiento artístico de la época. Un guía local puede acompañarte para revelar los secretos de esta ciudad perdida, sus técnicas de construcción y su relevancia en el comercio mediterráneo.

La excursión prosigue hacia Meknes, una de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos y capital bajo el reinado del sultán Moulay Ismail en el siglo XVII. Conocida como el “Versalles marroquí”, Meknes sorprende por su equilibrio entre esplendor histórico y ambiente apacible. Su medina, menos caótica que la de Fez, invita a perderse entre zocos de artesanos, antiguas puertas monumentales y patios ocultos. Entre sus joyas destacan la Puerta Bab Mansour, considerada una de las más bellas de Marruecos, el Mausoleo de Moulay Ismail, abierto a visitantes de todas las confesiones, y los Establos Reales donde se alojaban miles de caballos del sultán. También puedes pasear por los jardines del Embalse de Agdal, un remanso de paz que refleja la grandeza de la arquitectura hidráulica de la época.

Al caer la tarde, emprenderás el regreso a Fez, disfrutando del atardecer sobre los campos dorados y los pequeños pueblos que marcan el horizonte. El viaje concluye con una sensación de conexión profunda con la historia de Marruecos, tras haber recorrido en un solo día siglos de civilización —desde la Roma imperial hasta la dinastía alauita— en un entorno de belleza natural incomparable.